La Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado un avance asombroso de la misión Euclid: la primera pieza de un monumental mapa cósmico que promete cambiar nuestra comprensión del universo. Este mosaico, compuesto por 208 gigapíxeles, muestra millones de estrellas y galaxias que representan solo el 1% del mapa final que Euclid completará en los próximos seis años.
Euclid es un proyecto de colaboración internacional a gran escala, liderado por la ESA en asociación con la NASA, y con la participación de un consorcio de más de 2000 científicos de 15 países europeos, Estados Unidos, Canadá y Japón. El principal objetivo de esta misión es descifrar los secretos de la materia y energía oscuras, elementos que constituyen el 95% del universo, pero sobre los que aún sabemos muy poco. Mediante la observación detallada de galaxias a distancias de hasta 10 000 millones de años luz, Euclid creará un mapa tridimensional del cosmos sin precedentes, lo que permitirá a los científicos estudiar su expansión y evolución a lo largo del tiempo.
El director general de la ESA, Josef Aschbacher, y la directora de Ciencia, Carole Mundell, fueron los encargados de presentar este primer fragmento del mapa cósmico. La calidad y el nivel de detalle del mosaico son impresionantes: en solo dos semanas de observación, entre el 25 de marzo y el 8 de abril de 2024, Euclid cubrió 132 grados cuadrados del cielo del sur, un área equivalente a más de 500 veces el tamaño de la Luna llena vista desde la Tierra. La nave espacial ha capturado con todo lujo de detalles la estructura del universo visible, desde las estrellas en nuestra Vía Láctea hasta galaxias situadas a distancias asombrosas.
Thales Alenia Space fue seleccionada por la ESA como contratista principal para la construcción del satélite, mientras que Airbus Defence and Space estuvo a cargo del desarrollo del módulo de carga útil, que incluye el telescopio. La NASA también jugó un papel crucial al proporcionar los detectores del Espectrómetro y Fotómetro de Infrarrojo Cercano (NISP), un instrumento clave para las observaciones.
Lo que hace a Euclid especial no es solo la precisión con la que captura imágenes, sino también la enorme cantidad de información que genera. Esta primera porción del mapa contiene alrededor de 100 millones de fuentes, entre estrellas y galaxias. De ellas, 14 millones son de especial interés para estudiar cómo la materia oscura y la energía oscura influyen en la estructura del universo.
Valeria Pettorino, científica del proyecto, destacó la importancia de este primer avance: “Esta impresionante imagen es la primera pieza de un mapa que, en seis años, revelará más de un tercio del cielo. Esto es solo el 1% del mapa y, sin embargo, está lleno de una variedad de fuentes que ayudará a los científicos a descubrir nuevas formas de describir el cosmos”.
Una de las particularidades de este mosaico es la capacidad de Euclid para capturar fenómenos que otros telescopios no podrían registrar con el mismo detalle. Un ejemplo notable son las nubes de polvo y gas interestelar, conocidas como “cirros galácticos”, que se extienden a través de la Vía Láctea, y que Euclid ha capturado en un delicado tono azul. Estas estructuras, apenas visibles en luz óptica, son un testimonio de la sensibilidad de los instrumentos a bordo de la nave espacial.
Desde que comenzaron las observaciones científicas rutinarias en febrero de 2024, ya se ha completado el 12% del sondeo previsto. Se espera que, para marzo de 2025, se publiquen los primeros 53 grados cuadrados del estudio, que incluyen áreas clave como el Euclid Deep Field, donde se podrán observar algunas de las galaxias más distantes y tenues jamás registradas.
Con la promesa de revelar una imagen más clara del cosmos y desentrañar los misterios de la materia y energía oscuras, Euclid se perfila como una misión histórica para la astronomía y la cosmología. Los primeros resultados detallados estarán disponibles para la comunidad científica en 2026, cuando se liberen los datos del primer año de observaciones, lo que marca un hito en nuestra búsqueda por comprender los secretos más profundos del Universo.
Fuente y fotos: ESA