En el marco del programa Potenciar Economía del Conocimiento, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, se está financiando un proyecto conjunto entre la firma Aviem Aeronáutica S.R.L y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para construir el primer avión eléctrico argentino.
La facultad de ingeniería de la UNLP ya había desarrollado vehículos terrestres propulsados por energías renovables con baterías de litio, por lo que surgió la necesidad de incursionar con esta tecnología en el campo de la aeronáutica. Además, la existencia de los motores Brushless (BLDC) de alta eficiencia, les brindan confianza en la realización del desafío.
Marcos Actis, actual decano de la facultad de ingeniería, explica que el avance continuo en las tecnologías de almacenamiento de iones de litio ha demostrado que es factible movilizar vehículos terrestres y aéreos puramente eléctricos.
Como hay pocas referencias a nivel internacional, en principio se dedicaron a analizar la normativa que podría ser aplicada al desarrollo de este tipo de aviones con propulsión eléctrica, lo que ayudó fundamentalmente a trabajar en el estudio de la modificación preliminar de la estructura de la aeronave.
Aviem Aeronáutica S.R.L. ya instaló el fondo de batería y el motor. Una vez en la facultad, el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) realizará todo el coleccionado eléctrico y se ocupará de colocar las baterías de litio para la propulsión eléctrica. Luego, llevará a cabo todas las pruebas que aporten los parámetros necesarios para continuar con el desarrollo. Una vez completada esta etapa, la estructura regresará a los talleres de Aviem, donde se ocuparán de ensamblar las alas y de la fase de pruebas en vuelo.
En este momento, según cuenta el ingeniero y gerente de la firma, Ernersto Acerbo, la intención es que la aeronave rinda con una autonomía de una hora de vuelo, con dos personas a bordo, y pese menos de 750 kg con una carga útil de 180 kg.
De esta forma se espera adquirir experiencia en un campo con pocas referencias globales y, así mismo, potenciar la posibilidad de fabricar los componentes en el país.
Fuente y foto: UNLP