El transporte de mercancías por el mundo es de suma importancia para la economía global y el medioambiente. Para este fin, tradicionalmente se utilizan medios aéreos o marítimos, cuya elección se reduce a dos factores: costo y tiempo. En consecuencia, estos vehículos se enfrentan a una serie de desafíos.
Para el transporte aéreo, se reutilizan aviones de pasajeros. Esto, en principio, limita las cargas, puesto que el fuselaje de lados redondos no permite aprovechar el espacio de manera adecuada: los contenedores no entran y las cargas deben transportarse en paquetes pequeños. Estos paquetes serán embalados y reembalados hasta cuatro veces por viaje, lo que dificulta el proceso de carga y descarga. En consecuencia, aunque el transporte aéreo es el más rápido (tarda solo unos pocos días en la entrega de las mercancías), tiene un costo elevado y las emisiones de CO2 del combustible tampoco son favorables.
Por otro lado, el transporte marítimo es eficiente por la cantidad de contenedores que puede llevar pero se enfrenta a otras dificultades. Los canales se bloquean con facilidad, y situaciones como las pandemias problematizan las entregas, lo que le agrega costo y tiempo. Además, sus puertos se ven obstruidos con frecuencia por la congestión de los buques cargueros.
Ante esta situación, un grupo de ejecutivos e ingenieros aeroespaciales experimentados, como John Roberts (que trabajó con Airbus) o Nicholas Cumpsty (exejecutivo de Rolls-Royce), trabajan con la empresa británica Droneliner en las aeronaves no tripuladas DL200 y DL350 que proponen una solución con bajos costos operativos.
Estos aviones serían capaces de transportar 40 o más contenedores intermodales ligeros de 20 pies, con una carga de 200 a 350 toneladas, y tendrían una autonomía de vuelo de aproximadamente 12 000 km.
Se controlarían de forma remota, por lo que se podría prescindir de la tripulación, aprovechando aún mejor el espacio del fuselaje rectangular. Las rampas, en los extremos delantero y trasero, permiten subir y bajar los contenedores con mayor facilidad por un sistema de rieles. Por lo tanto no solo estarían reduciendo costos en tripulación y agilizando los tiempos (cumplimentando entregas intercontinentales en el mismo día o al día siguiente), sino que también contarían con motores de sistema híbrido que utilizan combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés) rumbo hacia Net Zero. De esta forma, Droneliner propone una solución a los desafíos económicos y de sustentabilidad que enfrenta el transporte de contenedores de mercancías.
Fuente y fotos: https://droneliner.com/