En su viaje por España, allá por el año 1992, el comodoro Luis Alberto Briatore encabezó uno de los momentos más importantes de su carrera. En un entrenamiento, a bordo de un Mirage IIIEE, perteneciente al Ala 11 del Ejército del Aire, enfrentó en un combate desigual al F-18 Hornet y, luego, a un histórico rival argentino, el AV-8S Harrier. aeroespacio se reunió con él para conocer aquella batalla entre dos aviones que, 10 años atrás, fueron enemigos a muerte.
Comienza la travesía
Dos pilotos argentinos fueron llevados a España para comprobar el estado material de los Mirage IIIEE, ante una posible compra, y uno de ellos, el comodoro Briatore, no pudo quitar de su retina algo en particular. “Volé cuatro meses en España y cuando tuve frente a mí al Harrier, que fue el mismo modelo que estuvo en Malvinas, solo pensé en una cosa: en comprobar realmente si el Mirage le podía ganar. Obviamente, bajo condiciones muy distintas, en comparación con lo que afrontaron nuestros pilotos en la guerra”, sentenció. “En primer lugar, nuestro caza, durante el conflicto, no tenía suficiente combustible para realizar la cobertura aérea necesaria a los cazabombarderos, solo podía mantenerse en combate un minuto. El Harrier poseía el misil AIM-9L Sidewinder, muy moderno en comparación con el Matra. Tampoco había buques que hicieran apoyo radar a nuestros M3, en cambio, los ingleses tenían toda su flota a disposición”, agregó Briatore para remarcar la ventaja que poseía Inglaterra.
Con todos los conocimientos adquiridos en Malvinas y estudiados por la Fuerza Aérea Argentina (FAA) sobre el desempeño y la performance del Harrier, el enfrentamiento esta vez sería en igualdad de condiciones. “Sostengo que podríamos haber derribado una buena cantidad, pero, lamentablemente, nuestros pilotos no tuvieron el apoyo necesario. Por otra parte, el Harrier no podía tomar demasiada altitud, corría con desventaja a la hora de enfrentarse al Mirage. En cambio, el M3 era superado en baja altura, porque el AV-8S contaba con toberas direccionales que ayudaban a cerrar aún más el ángulo de giro y a colocarse por detrás de su objetivo. Con toda esta información, el combate sería un poco más justo”, finalizó el comodoro.
Los momentos previos al vuelo
Pilotando Mirage IIIEE, los pilotos argentinos se enfrentarían a un aviador naval español, al mando del AV-8S Harrier. Las tres aeronaves despegaron de su base y se dirigieron al circuito de vuelo preestablecido. Guiados por el radar, que los informaba en forma constante sobre la posición de su contrincante, los gauchos argentinos comenzaron a acercarse violentamente hacia su presa. En un determinado momento, el radar que guiaba al enemigo le indicó: “Matador, tiene dos blancos al frente abriéndose”.
Comienza el enfrentamiento
La pelea de perros comenzó y los tres aviones se transformaron en un solo eco radar, debido a su cercanía. Los radaristas mantuvieron silencio, expectantes ante las novedades o el requerimiento de alguno de los pilotos. Los gauchos argentinos se acercaron a su objetivo en un cruce de cabinas en el que tanto ellos como el piloto español mostraron los dientes. Los Mirage buscaron colocarse en la cola del Harrier, que comenzó a realizar maniobras evasivas. Apoyado por sus toberas vectoriales, se cerró con máxima “G”, lo que le permitió achicar el radio de viraje. Briatore se mantuvo expectante, ya que el piloto español decidió lanzarse sobre su numeral. En respuesta, con un movimiento descendente, se arrojó sobre el Harrier. El aviador español sabía que el otro Mirage estaba cerca, pero no lo tenía a la vista. Fue allí cuando comenzó a aplicar máxima “G” con su empuje vectorial y descontó, de manera increíble, el ángulo de su cierre para evitar neutralizar el ataque. De igual modo, Briatore mantenía su posición sobre la presa, buscaba que los misiles hicieran blanco.
El desenlace
Era un momento de mucha tensión, donde cada maniobra podía significar la ventaja definitiva para uno u otro. El Harrier dejó de ensañarse con el numeral de Briatore para comenzar a maniobrar por su supervivencia. Sabía que tenía a sus espaldas al perseguidor argentino. Este acortó las distancias entre uno y otro, las miras de los cañones DEFA 30mm del Mirage comenzaron a ser una opción viable para el derribo. EL AV-8S giraba descomunalmente intentando disuadir la amenaza. Briatore comentó en su libro “Piloto de caza” que, al lograr la distancia óptima de tiro: “Presioné la cola del disparador, la fuerza de mi dedo quiso imponer más impulso a la munición. Estaba en un gran estado de emoción”. Luego de que la mira de los cañones se posicionara sobre la espalda del Harrier, la munición imaginaria fue lanzada. Briatore tomó distancia y salió fuerte hacia arriba comunicando: “Derribo de cañones”, posteriormente, recibió la respuesta de “Knock it off” que dio por finalizado el combate. La dupla gaucha fue la victoriosa esta vez. Sin rencor alguno y con un sumo nivel de profesionalidad, el Com. Briatore logró derribar en el entrenamiento a aquel Harrier. Un rival histórico de nuestra Nación.
Luego del combate, los tres pilotos compartieron sus experiencias y lo aprendido de la situación vivida, y, con sumo respeto, se fundieron en un abrazo. Aquel profesionalismo y constante deseo de probar sus límites y, por supuesto, los de la aeronave, hicieron que aquel logro fuese posible. “No es cierto que el Harrier pasó por encima del Mirage, las diferencias de condiciones fueron totalmente notorias. Ellos tuvieron todo a su favor, mientras que nosotros tuvimos que luchar con lo que teníamos”, aseguró Briatore. El nivel de preparación de nuestros cazadores quedó demostrado en aquel enfrentamiento. No hubo un ganador o un perdedor, el respeto y la nobleza entre pares fue algo que jamás se perdió. Es por ello que el comodoro comentó que: “La especialidad del cazador es noble y está atravesada por un fuerte sentimiento del honor y el deber”.
Fotos y Fuente: Briatore Luis Alberto (2021). Piloto de caza: un sueño, una pasión, Ediciones AMT, Buenos aires.
Es de destacar la ficiente instrucción de nuestros pilotos que dieron todo en el bien de nuestra amada Patria como se dijo con medios de inferioridad, antigüos. Espero en Dios, que es gaucho, cómo nuestro querido Comodoro, se equipe a nuestra Fuerza Aérea para la disuacion de cualquier supuesto invasor. Gracias al Reino de España por la instrucción recibida. Gracias a todos los que tuvieron que ver en estás acciones.
” Brillante”
querido luis, ex vendedor de frutos secos ( me visitabas en el negocio de dietetica en Devoto) me produjo iuna gran emocion cuando te vi con Berlini en Punta Loyola por TN (el lugar lo conoci cuando vivi en Gallegos y juntaba hongos. Como veras vivis en el recuerdo de mi Sra tambien. Un abrazo calido y fuerte