Por Lic. María Laura Azás

El jueves 30 de noviembre, la I Brigada Aérea de El Palomar fue escenario del lanzamiento del cohete DELPI CanSat 3-01, fabricado por la Facultad Regional Haedo de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN FRH), con la sonda meteorológica SAM, diseñada por la Escuela de Educación Secundaria Técnica (E.E.S.T.) N.°4 de Morón, “I Brigada Aérea Prof. Héctor Laguarde”.

La actividad de divulgación científico-tecnológica contó con la presencia del intendente de Morón, el licenciado Lucas Ghi; de representantes del Rectorado de la UTN; del decano de la UTN FRH, el ingeniero Carlos Salvador; del director y del vicedirector de la E.E.S.T. N.°4, los profesores Roberto A. Preuss y Eduardo Emmanuel Novello, respectivamente; y de docentes y estudiantes de las distintas especialidades y cursos.

El grupo Lanzadores Tecnológicos de UTN FRH diseñó y fabricó el cohete, cuya principal misión era la Sonda Aeroespacial Meteorológica de usos múltiples (SAM) desarrollada por los estudiantes de la especialidad Electrónica de la E.E.S.T. N.°4 para el relevamiento de variables atmosféricas.

“Hoy estamos frente a un acontecimiento histórico, porque es la primera vez que lanzamos un cohete sonda. Esto es muy importante no solo porque nos permite experimentar en el desarrollo de nuevas tecnologías, sino también porque es el resultado del trabajo colaborativo entre la escuela, el municipio y la facultad”, expresó el ingeniero Salvador en la ceremonia de lanzamiento.

aeroespacio tuvo la oportunidad de conversar con el profesor Eduardo Emmanuel Novello, vicedirector de la E.E.S.T. N.°4, sobre el proyecto SAM, que se inició en el año 2022, como un trabajo integrador del último año de la especialidad Electrónica. Este proyecto consistió en el desarrollo de una sonda de relevamiento de datos meteorológicos localizable a través de un módulo GPS.

Si bien la idea original era emplearse a través de un globo, “por los costos operativos y la recuperabilidad del proyecto, los alumnos del presente ciclo lectivo optaron por reformular ciertas cuestiones técnicas y, luego de conversaciones con la facultad, se decidió realizar la prueba funcional del proyecto a través su lanzamiento en un cohete”, comentó el profesor.

Ambas instituciones firmaron un convenio marco no solo para la realización de esta actividad, sino con el compromiso de trabajar en conjunto. Desde la UTN, manifestaron que “este lanzamiento está enmarcado en una colaboración de largo plazo con la escuela con la que se espera pueda realizarse una serie de clases-talleres para la fabricación y el vuelo de un cohete y de un CanSat”. Para ello, docentes investigadores del grupo Lanzadores Tecnológicos de la UTN FRH guiará a los alumnos de la escuela en la elaboración de los vehículos que serán lanzados al finalizar cada año.

Como informaron las autoridades de las instituciones que intervinieron en el proyecto, el DELPI CanSat 3-01 poseía un cuerpo de aluminio —de 2,6 m de largo, 101 mm de diámetro y 13 kg de peso—, fue impulsado con combustible sólido y logró alcanzar una altura aproximada de 300 metros. Tenía recuperación por paracaídas y un tiempo de vuelo estimado de 90 segundos.

El espacio en el cohete permitía tres cargas útiles tipo microsatélites, por lo que se invitó a participar también a alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la ORT sede Almagro. Las sondas cumplían con las especificaciones de un CanSat (satélites a escala del tamaño de una lata de gaseosa), con restricciones de medidas de 150 mm de largo y 70 de diámetro, y estaban equipadas con paracaídas, al igual que el cohete, para un descenso seguro y controlado. Los CanSat realizaron mediciones y recolectaron datos, según los objetivos planteados por cada equipo.

Para llevar adelante este lanzamiento, la E.E.S.T. N.°4 y la UTN FRH gestionaron el pedido de restricción de espacio aéreo frente a la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y al jefe de aeródromo. También fue necesaria la autorización de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), de Aeropuertos Argentina 2000 y de la Fuerza Aérea Argentina para disponer de los espacios del aeropuerto y de la I Brigada.

En diálogo con aeroespacio, Novello destacó la importancia de esta actividad y el orgullo de haberla llevado a cabo en la I Brigada Aérea: “Nuestra escuela es una escuela conveniada con Fuerza Aérea y haberlo hecho desde acá, desde casa, desde la I Brigada, fue hermoso. Lo digo como exalumno, y como actual profesor y vicedirector”.

Según la información proporcionada por la UTN FRH, este cohete es evaluado para ser reproducido y ampliado con la intención de aumentar la capacidad de lanzamientos acogidos y así dar lugar a más pruebas de los CanSat desarrollados en escuelas en todo el país.

El grupo de Lanzadores Tecnológicos tiene previsto otro lanzamiento para mediados de diciembre de un cohete de mayor altura de apogeo, que tendrá un alcance de unos 5 km de altura de vuelo. Se llevará a cabo en una base VENG-CONAE, en la localidad de Pipinas, provincia de Buenos Aires. El cohete, de combustible sólido de 150mm de diámetro y más de 2 m de altura, dividido en secciones, será dirigido al mar y llevará a bordo telemetría para seguimiento del vuelo.

Los cohetes de este 2023 son pasos concretos hacia los objetivos del grupo de Lanzadores Tecnológicos que consisten en el desarrollo de un cohete de 10 km de apogeo con motor de combustible híbrido propio, para satisfacer experimentos de microgravedad, alta atmósfera y cailficar CubeSats en su etapa de desarrollo.

Fuente y fotos: Eduardo Emmanuel Novello, vicedirector de la E.E.S.T.N.° 4 de Morón “I Brigada Aérea, Profesor Héctor A. Laguarde” / UTN, prensa.