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La misteriosa nube de Strath Taieri

La agencia espacial estadounidense, a través del instrumento OLI (Operational Land Imager), a bordo del satélite Landsat 8, capturó una imagen asombrosa de una peculiar nube sobre la región de Strath Taieri, en Nueva Zelanda. Esta formación recurrente, conocida localmente como Taieri Pet, llamó la atención de meteorólogos, investigadores y habitantes de la zona debido a sus características únicas y su apariencia estática en el cielo.

El Taieri Pet es un ejemplo de una nube altocumulus lenticularis, famosa por su distintiva forma de lente o platillo. Estos ejemplares se forman, generalmente, en regiones montañosas o áreas con terrenos que interactúan con corrientes de aire estables.

En el caso de Strath Taieri, la geografía local y las condiciones atmosféricas específicas crean las condiciones ideales para su formación, lo que explica por qué esta nube suele aparecer, regularmente, en el mismo lugar.

Desde el suelo, los observadores las describen como una pila de platos o tortitas flotando inmóviles en el cielo. Sin embargo, esta inmovilidad es solo una ilusión. En realidad, el fenómeno es dinámico y está impulsado por procesos complejos.

El Taieri Pet se forma en ondas estacionarias, un patrón de flujo de aire que surge cuando corrientes de viento estables se ven forzadas a ascender y descender al pasar sobre montañas o colinas. Este ciclo provoca que el aire húmedo se enfríe al ascender, lo que causa la condensación del vapor de agua y la formación de la nube; o se caliente al descender, lo que lleva a la disipación de las partículas de agua.

Este proceso ocurre de manera constante, creando un flujo dinámico que renueva la nube en un mismo punto del cielo. El ciclo continuo es lo que hace que la nube parezca estática, cuando en realidad está siendo formada y disuelta simultáneamente.

Aunque representan un espectáculo visual fascinante, estas nubes también son riesgosas para la aviación. Las condiciones en y alrededor de ellas son conocidas por su impacto en el vuelo debido a las corrientes verticales que pueden desestabilizar a las aeronaves: las turbulencias severas pueden comprometer la maniobrabilidad de un avión e incluso dañar su estructura. Además, la formación de hielo puede afectar la aerodinámica y aumentar el peso de la nave.

En algunos casos, las nubes lenticulares pueden ser precursoras de cambios en el clima. Las ondas estacionarias que las generan pueden interactuar con sistemas de baja presión o frentes húmedos, lo que favorece la aparición de lluvias o nevadas en la región.

El Taieri Pet también es un ejemplo de las complejas interacciones entre la geografía, las condiciones atmosféricas locales y los patrones climáticos globales. Según John Law, meteorólogo de MetService en Nueva Zelanda, esta nube es una característica común en los cielos cercanos a Middlemarch, Otago, pero su estudio sigue revelando datos importantes para la meteorología y la aeronáutica.

Monitorear formaciones como el Taieri Pet no solo es clave para comprender mejor el comportamiento atmosférico, sino también para garantizar la seguridad en el tráfico aéreo, especialmente en regiones montañosas o de alta actividad aeronáutica.

Fuente: Observatorio de la NASA

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