Por: Miguel Alejandro Sanchez Peña
El 22 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Música, desde 1594, año en el que el papa Gregorio XIII nombró a Santa Cecilia “patrona de la música y los músicos”. Cecilia había sido una joven devota que, en el siglo II d. de C., cuando la religión católica aún estaba prohibida en el Imperio romano, fue condenada a muerte y durante su calvario cantó alabanzas a Dios. Este día nos recuerda la importancia de la música en la comunidad a través de cantos, orquestas, bailes y demás eventos.
Para celebrarlo, aeroespacio fue a conocer la banda militar Brigadier Juan San Martín que pertenece al Área de Material Río IV. Fundada en el año 2000, está compuesta por 28 talentosos músicos que demuestran su destreza y compromiso en cada compás. En esta oportunidad dialogamos con la mayor (My.) Rita Bocanegra*, directora de la banda, y primera mujer en ejercer este puesto en la Fuerza Aérea, y con el suboficial principal (S.P.) Marcos Morelli** para conocer un poco más sus funciones y su compromiso con la comunidad.
Directora mayor Rita Bocanegra y la banda Militar del Área de Material Río IV
Haciendo historia
Desde los primeros compases del tambor en la batalla de Tacuarí hasta las actuales formaciones de bandas militares, la música ha desempeñado un rol fundamental en el ánimo y la cohesión de las tropas a lo largo de la historia argentina. Desde las invasiones al Río de la Plata en 1806 y 1807 hasta la gesta independentista y más allá, los ritmos de los tambores y las notas de las trompetas han sido compañeros inseparables en los momentos más críticos de la patria.
Durante las múltiples batallas que forjaron la emancipación, desde Paraguay hasta el Alto Perú, pasando por Salta, Tucumán, Mendoza y las victorias decisivas de Chacabuco y Maipú, la música militar resonó y marcó el paso de los ejércitos que luchaban por liberarse del dominio español.
Con el tiempo, las bandas militares se transformaron en complejas orquestas conducidas por directores de renombre que acompañaban a los ejércitos regulares en sus formaciones. La creación de la Escuela Militar de Aviación en El Palomar, en 1912, marcó un hito en la integración de la música con la aeronáutica militar, liderada por figuras como Jorge Newbery y otros pioneros.
El año 1945 significó el inicio de la Fuerza Aérea Argentina, que se consolidó como la guardiana de los cielos nacionales. A medida que diferentes unidades militares surgieron, cada una desarrolló su propia banda, lo que enriqueció la tradición musical que acompaña los actos y eventos más significativos de nuestra historia patria.
Las bandas militares han evolucionado significativamente en su composición y función a lo largo de los años. Según el testimonio de la My. Bocanegra, hasta el año 2015, eran conocidas como “bandas de música y guerra”. Sin embargo, a partir de una resolución ministerial, adoptaron el nombre de “banda militar de música”. Esta modificación fue motivada por el contexto de democracia y paz, y tuvo la intención de evitar la asociación con el término “guerra”, manteniendo, sin embargo, el carácter militar y el sentido de pertenencia que ello conlleva.
Por otro lado, el S. P. Morelli explica que las bandas militares están compuestas principalmente por instrumentos de viento. En un inicio, estos eran de madera, pero con el tiempo se transformaron en versiones de metal, sin perder su calidad sonora característica. La sección de maderas incluye clarinetes y flautas, mientras que la de metales abarca saxofones soprano, alto, tenor y barítono, todos ellos equipados con una lengüeta especial en la boquilla que define su sonido distintivo.
Funciones de las bandas militares en tiempos de guerra y de paz
Las funciones históricas de las bandas militares, tanto en tiempos de paz como en guerra, han sido cruciales para la cohesión y el impulso moral de las tropas. Según la My. Bocanegra, en tiempos de conflicto, las bandas militares tenían la vital tarea de elevar el ánimo de la tropa desde sus inicios, con instrumentos como cornetas, tambores y redoblantes. Estos músicos no solo proporcionaban ritmo y motivación, sino que también desempeñaban roles tácticos claves mediante toques distintivos que orientaban y coordinaban a las unidades en el campo de batalla.
El S. P. Morelli destaca el papel específico del tambor y del pífano durante las campañas lideradas por figuras como San Martín y Belgrano. El sonido del tambor marcaba el paso de las tropas, transmitía un mensaje audible al enemigo y reforzaba la determinación de los soldados. Con el tiempo, se introdujeron otros instrumentos como la flauta, utilizada para señalar órdenes específicas durante el movimiento y el despliegue estratégico.
En la batalla, explica la oficial, las cornetas y trompetas cumplían funciones cruciales como señales de avanzar o replegarse, establecían así una comunicación efectiva entre las diferentes unidades en el campo. Los “bandines”, pequeñas formaciones de músicos dentro de los pelotones de combate, operaban como elementos tácticos vitales: se concentraban en puntos estratégicos para transmitir órdenes y mantener la cohesión en medio del caos de la guerra.
De esta forma, a lo largo de los años, las bandas militares argentinas han demostrado ser mucho más que meros conjuntos musicales, han desempeñado un papel esencial en la comunicación, la moral y la organización táctica de las fuerzas armadas en los momentos más críticos de la historia nacional.
No obstante, en tiempos de paz, las bandas también desempeñan roles fundamentales que van más allá del ámbito militar, se integran estrechamente con la comunidad y fortalecen tradiciones arraigadas en la historia nacional.
Según la directora de la banda, tienen un papel destacado en eventos comunitarios y educativos, como visitas a geriátricos, escuelas, jardines maternales y parroquias. Participan activamente en celebraciones como desfiles cívico-militares y en actos escolares, donde marcan presencia en ceremonias significativas como, por ejemplo, en las promesas de lealtad a la bandera.
El S.P. Morelli resalta la importancia del ceremonial y protocolo dentro de las fuerzas armadas y destaca una tradición arraigada desde el siglo XIX: el toque de atención al ingresar un jefe de unidad, similar al que se realizaba antaño para alertar a la tropa de la llegada del general a caballo. Esta práctica se mantiene viva tanto en eventos internos como externos, y subraya el respeto por la historia y la disciplina militar.
Además, la My. Bocanegra menciona el papel crucial de las bandas en los institutos de formación militar, en los que acompañan ceremonias en las que se rinden honores a la bandera con marchas emblemáticas como la de Ituzaingó. Esta tradición, que perdura en el tiempo, refuerza el sentido de pertenencia y el respeto por los símbolos patrios entre las nuevas generaciones de militares.
El suboficial principal añade que las bandas también cumplen un rol emotivo al rendir homenaje a todo el personal militar fallecido, tanto en servicio como fuera de él, mediante toques de silencio interpretados por cornetas o tambores. Esta práctica, de profundo significado, subraya el respeto y la memoria hacia aquellos que dedicaron su vida al servicio del país.
En resumen, las bandas militares argentinas no solo preservan tradiciones centenarias y fortalecen el sentido de pertenencia entre sus integrantes, sino que también son embajadoras culturales que conectan con la comunidad y transmiten valores de respeto, disciplina y memoria histórica.
*Rita Bocanegra se recibió de profesora de música en el Conservatorio Superior de Música “Félix T. Garzón”, luego ingresó al Conservatorio Superior de Música “Luis Gianneo” en Cruz del Eje. En 2005, se presentó a una convocatoria de maestros de bandas de la Fuerza Aérea e ingresó al Instituto de Formación Ezeiza (IFE), donde realizó el Curso de Servicios Profesionales (CUSERPRO) y egresó con el grado de teniente.
**SP. Marcos Morelli, profesor de música. Ingresó en 1997 al Instituto de Formación Ezeiza (IFE), hoy Escuela de Suboficiales Fuerza Aérea Ezeiza (ESFAE). En ese organismo prestó servicios en la orquesta de concierto. Actualmente se desempeña como encargado de la Banda Militar Brigadier Mayor Juan San Martín del Área de Material Río IV.
Excelente publicación del Museólogo Sanchez Peña. Denota seriedad y compromiso en su investigación histórica. El relato es ameno, entretenido, invita a seguir leyendo. Contemplar la función de las bandas en la comunidad, en un rol social pocas veces valorado, es muy destacable.
Muy linda nota!!Aporta conocimiento y es muy amena su lectura .Las fotos por supuesto la complenentan gratamente.