Todos los pasajeros desean y buscan seguridad durante el viaje a sus destinos. Los avances tecnológicos, en relación a la excelencia operacional, representan instrumentos de soporte y no herramientas sustitutivas.
Brindar y crear una cultura de la seguridad en la aviación es esencial. En el rol educativo y contenedor, se encuentran las personas que son parte del este ecosistema, que comparten el compromiso colectivo con las prácticas seguras y la vigilancia continua. Aunque la tecnología desempeña un papel fundamental en la gestión de la seguridad y ofrece herramientas avanzadas de supervisión, análisis de datos y respuesta a emergencias, no sustituye el criterio, la experiencia y la responsabilidad del profesionalismo humano. Para ello, la educación y la excelencia operacional son la base que sustenta la seguridad en la aviación.
Durante el Aviation Safety, Flight Ops & Training Summit, organizado por la asociación ALTA en Lima, se convocó a líderes expertos en seguridad, operaciones y entrenamiento de la aviación. Los ciclos educativos de trabajo, paneles de profesionales y presentaciones que se realizaron giraron en torno al objetivo de desarrollar una aviación más segura, eficiente y sustentable en América Latina y El Caribe.
Los expertos presentes destacaron que la calidad operativa es la base sobre la que se sustenta la seguridad. “Los logros deben ser celebrados, pero hay que seguir trabajando para mantenerlos, haciendo hincapié en tres retos cruciales: el cambio climático, las infraestructuras necesarias para apoyar el crecimiento del sector de forma segura y eficiente, y la formación de grupos de trabajo colaborativos”. Así expresó, durante su exposición, Fabio Rabbani, director regional para América del Sur de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). La aviación comercial alcanzó cero víctimas mortales en las Américas en 2023, “un logro notable para un sector de la aviación que representa más del 35% del tráfico aéreo mundial”, explicó Rabbani. Luego enfatizó que las últimas previsiones indican que el número de pasajeros podría aumentar de 4.6 mil millones de pasajeros a 12.4 mil millones en 2050. Por lo tanto, “es crucial que los servicios sigan plenamente disponibles, con los marcos regulatorios actualizados, con una infraestructura capaz de soportar el incremento de movimientos, con personal capacitado y, sobre todo, con operaciones seguras”.
La tecnología actúa como un apoyo, mejorando las capacidades humanas y reduciendo el riesgo de errores. Pero la verdadera seguridad se consigue cuando todos los implicados en la aviación se adhieren a procedimientos estrictos, se comunican de manera eficaz y mantienen una actitud proactiva hacia la prevención de incidentes. Por lo tanto, la sinergia entre la cultura de seguridad promovida por las personas y el uso inteligente de la tecnología es lo que realmente refuerza la seguridad aérea.
José Ricardo Botelho, CEO y director ejecutivo de ALTA, destacó: “El reto a futuro consiste en mantener los estándares y elevarlos, al tiempo que se introducirán nuevas tecnologías, nuevos procedimientos y la incorporación de modernos equipos que permitirán el crecimiento del sector al ritmo que demanda la población”.
Con los resultados del Aviation Safety, Flight Ops & Training Summit, se demostró, una vez más, la importancia de la colaboración y el intercambio de conocimientos para promover la seguridad y la eficiencia en la aviación. El éxito del trabajo educativo conjunto contribuye a que cada uno de los presentes, desde los ponentes hasta los patrocinadores, completen su agenda de trabajo avanzando hacia un futuro aún más seguro e innovador para la aviación en América Latina y el Caribe.
Fuente: ALTA
Foto 2: ALTA
Foto 1: SeguriLatam.com