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La Fuerza Aérea Argentina festejó su 111° aniversario con un desfile aéreo y terrestre

Por Verónica Seeber

Fotos: FAA

El 10 de agosto pasado, la Fuerza Aérea Argentina celebró otro año desde su creación con una ceremonia en la Base Aérea Morón, que contó con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y municipales; los jefes de las Fuerzas Armadas; veteranos de la guerra de Malvinas; personal militar en actividad y retirado; comitivas de diversos países e invitados especiales.

Bajo el lema “Custodiando nuestros cielos, no hay quien pueda”, se proyectó por primera vez un corto institucional que resalta el espíritu patriótico de todos aquellos que integran la Fuerza Aérea, encolumnados detrás de la figura del general Manuel Belgrano como guía, junto al “padre de la Patria”, el general José de San Martín. El video también refleja la vocación de servicio, basada en el legado transmitido por los héroes de la Gesta de Malvinas.

Durante su discurso, el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, Brig. Gral. Xavier Julián Isaac, hizo un recorrido por los orígenes de la institución, que se remontan al 10 de agosto de 1912, cuando el entonces presidente Roque Sáenz Peña creó la Escuela de Aviación Militar en El Palomar y, posteriormente, en 1954, cuando otro decreto del presidente Juan Domingo Perón estableció, en forma definitiva, esta fecha como el día de la Fuerza Aérea.

“Si bien son 111 años, la nuestra es una Fuerza Aérea joven, pujante, en evolución, que tiene pilares fundamentales en los que se basa, como nuestra rica historia, nuestras tradiciones, valores y principios”, comenzó diciendo el brigadier Isaac, para continuar detallando las acciones que vienen encarando en el último tiempo, a fin de recuperar los medios aéreos y terrestres, con miras al bienestar y al desarrollo profesional de su gente.

El titular de la Fuerza enumeró las acciones y los logros que vienen teniendo en este último tiempo: “Fuimos a Chamical, y la dotamos de medios y gente; la hicimos unidad rectora de los sistemas no tripulados, que son el futuro de la Fuerza Aérea. Fuimos a Río Gallegos y la hicimos brigada; les dimos más Twin Otter para que LADE haga el puente aéreo estratégico entre el continente y la isla de Tierra del Fuego”. También se refirió a la instalación de radares en Río Grande; en Trelew; en Tostado, Santa Fe; y en Mercedes, Corrientes.

Asimismo, hizo hincapié en el proceso de modernización de los distintos sistemas de armas, como la de los aviones Tucano, y la de los helicópteros Lama y Hughes, entre otras; y las incorporaciones, como la de aeronaves Huron u otro Boeing 737 para acompañar al TC-99. “Estamos en proceso para incorporar dos birreactores de transporte de personal tipo Embraer ERJ 145 para darnos mayor movilidad, una característica fundamental de nuestro poder aéreo, que servirá para robustecer la flota de LADE, la línea aérea de fomento que va seguir yendo donde nadie va”, resaltó.

Hubo una mención especial para FADEA, que desde Córdoba sigue entregando aviones Pampa III Bloque II y que próximamente sacará el primer IA-58 Pucará Fénix. Isaac pronunció entonces una frase célebre: “Un hangar vacío no es un espacio que sobra, sino un avión que falta”.

Por último, y luego de elogiar la labor del Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF), “que nos permite planificar, ser previsibles y apuntar un poco más alto”, el titular de la Fuerza hizo la esperada mención a la compra de un avión caza de cuarta generación, polivalente y supersónico. “No es un capricho, sino una necesidad real de la Fuerza, del instrumento militar y de la Nación toda. Quiero dejar muy claro que la Fuerza Aérea ha hecho un trabajo minucioso, exhaustivo y tiene perfectamente claro lo que quiere”, enfatizó.

El jefe del Arma hizo un reconocimiento especial a los veteranos de guerra, presentes en el acto y quienes luego cerraron el desfile terrestre, en un clima de profunda emoción, reconocimiento y orgullo. “Somos herederos de nuestros excombatientes, a quienes les agradecemos que vengan de uniforme de combate, así nos ayudan a cerrar los ojos y verlos nuevamente arriba de sus cabinas, volando rasante, descargando armamento sobre la flota enemiga”, evocó.

“El aire y el espacio es nuestro hábitat natural: ahí nos movemos, nos desarrollamos, para eso nos capacitamos. Pero es nuestra gente con su trabajo diario, su esfuerzo, su compromiso, su amor a la institución lo que hace que realmente la Fuerza Aérea vuele alto, lejos y rápido, y que pueda permitirse aspirar a un destino de grandeza que esta gloriosa institución se merece”, dijo al cierre de su alocución.

Por su parte, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, avaló, en varios pasajes de su discurso, los dichos del brigadier Isaac, en el marco de las políticas de estado de la cartera que dirige. El funcionario mencionó especialmente los 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país, “por primera vez en nuestra historia” y, en este sentido, agregó: “Nuestro país cuenta con una fuerza profesional y con capacidad, conformada por hombres y mujeres que defienden la soberanía en cada rincón del territorio y que levantan bien alto la bandera nacional”.

Posteriormente a los discursos, tuvo lugar un desfile aéreo, con el pasaje de escuadrillas de aviones EMB-312 Tucano; T-6 Texan II; helicópteros Bell 212, 214 y Hughes; entre otros. Las condiciones meteorológicas adversas impidieron que otras aeronaves emblemáticas, como los A-4AR Fightinghawk, pudieran surcar los cielos de Morón.

Los festejos culminaron con un gran desfile en la pista de la base militar, frente a las autoridades, el personal, los familiares y las delegaciones extranjeras, en una jornada marcada por la evocación de los hitos históricos de la institución; el reconocimiento a los héroes de Malvinas; los planes estratégicos presentes y futuros; y la reafirmación de sus ideales y misión como “una Fuerza que no se detiene”.

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