Por Cap. Laura Pereyra
21 de diciembre de 2022
La V Brigada Aérea celebró un nuevo aniversario de la llegada de este sistema de armas a la Fuerza Aérea Argentina. El acto fue encabezado por el titular de la institución.
A principios de la década del 90, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) se planteó la necesidad de reemplazar sus cazabombarderos A-4 B y C —que habían tenido un destacado desempeño en Malvinas y se encontraban en la etapa final respecto de sus capacidades operativas—, y se comenzó a trabajar en diferentes análisis orientados a determinar cuál podía ser el avión más apropiado.
Al tiempo, se llegó a la conclusión de que el más acorde era el A-4 M, que, siendo sometido a un programa de actualización, fusionaría las características del A-4, ya conocidas por la FAA con la nueva tecnología militar que equipaba a los modernos F-16, evolucionando así al Fightinghawk.
Dicho programa de actualización incluyó la incorporación de un moderno radar con capacidades de operación todo tiempo en los modos aire-aire, aire-tierra y aire- mar, además de la capacidad de navegación por medio de inerciales laséricos de alta precisión y la posibilidad de tiro aire-tierra asistido por computadora, manteniendo la capacidad de empleo de armamento inteligente fuera del alcance visual.
Se le sumó también el sistema de alerta radar ARL-93 y se lo dotó con el moderno misil de corto alcance AIM 9m Sidewinder, lo que le brindó una alta capacidad de autodefensa en el combate aéreo y lo convirtió en un medio capaz de producir efectos de combate, aún en un entorno de alta amenaza.
Como explicó el jefe del Escuadrón A-4AR, Vcom. Pablo Pasquini, durante la ceremonia que se desarrolló en la V Brigada Aérea (Villa Reyndols, San Luis) para celebrar los 25 años del sistema de armas en la FAA, con esas modificaciones el proyecto empezó a consolidarse como una realidad tangible un 7 de julio de 1997, cuando se realizó el primer Vuelo Solo en el C-906, en Palmadale, California. El proyecto continuó con los Ferry I y II en diciembre de ese año y en mayo del ’98, respectivamente, y se completó la modernización de toda la flota incorporada en la entonces fábrica Lockheed Martin —emplazada en la ciudad de Córdoba— hasta finalizar las 36 aeronaves.
“Se dio así comienzo a una nueva etapa en la historia de la Fuerza Aérea con la incorporación de un sistema de armas con actualizaciones que le permitían y le permiten estar a la vanguardia de un sistema moderno, manteniendo sus capacidades de diseño e incorporando nuevas que significarían un salto tecnológico cualitativo para las simulaciones de combate de nuestra Fuerza Aérea”, aseguró el oficial.
Llevado a cabo en la mañana del miércoles 14 de diciembre, el acto fue encabezado por el titular de la FAA, Brig. Gral. Xavier Isaac, acompañado por el intendente de la ciudad de Villa Mercedes; el comandante de Adiestramiento y Alistamiento; directores generales; oficiales superiores; veteranos de guerra; personal militar de la Brigada; oficiales pilotos que volaron el sistema de armas A4 e invitados especiales.
“A lo largo de estos 25 años, este sistema de armas ha demostrado estar a la altura de las circunstancias, cumpliendo con las exigencias operativas que la defensa del país le impone y desplegando a diversas posiciones relativas favorables desde Salta hasta Tierra del Fuego, y de Neuquén a Misiones, proyectando sus capacidades de combate en todo el ancho y largo de nuestro espacio nacional a efectos de cubrir la custodia de nuestro cielo, operando bajo el marco legal vigente en nuestro país, con tiempos de alerta reducidos, con el objeto de proceder a la interceptación de vectores no identificados que pudieran afectar la Defensa Nacional”, continuó Pasquini y finalizó: “Es este noble guerrero quien ha sostenido en los últimos años el bastión de la aviación de combate de nuestra Fuerza Aérea. Hoy, con 25 años al servicio de nuestra institución y custodiando el espacio aéreo soberano, pese a las dificultades que pudieran presentarse, pide seguir rugiendo y surcar los cielos de nuestra Patria en una cabal muestra de entrega y sacrificio en pos de cumplir con su deberes allí donde la Patria se lo demande, movido por el espíritu de halcón guerrero y su inquebrantable voluntad de lucha”.
En la ceremonia, el Brig. VGM (R) Horacio Mir González recordó su paso como jefe de proyecto y recibió una distinción por parte del titular de la FAA. Lo mismo sucedió con los actuales jefes del Grupo Técnico y Grupo Aéreo, cuyos presentes fueron entregadas por el brigadier Pablo Solé, director general de Material, y el brigadier Fernando Mengo, comandante de Adiestramiento y Alistamiento, respectivamente.
En diálogo con aeroespacio, el brigadier Mir González recordó que “durante 10 años, tuve el honor de estar a la cabeza de un grupo de personal civil, suboficiales y oficiales de distintas especialidades que recibió la directiva de adquirir un avión que estaba discontinuado en el desierto de Estados Unidos, y transformarlo en lo que vemos hoy aquí: un avión que 25 años después está absolutamente a la cabeza en el nivel de software y puede compartir operaciones con aviones de primer nivel, de las primeras potencias del mundo”.
Con un minuto de silencio, se recordó al personal caído en acto del servicio y, con el lanzamiento de dos paracaidistas de la Unidad portando la bandera de Argentina y la que representa al Grupo 5 de Caza, se dio cierre al acto.
Reynolds: “El centro de gravedad”
“Me satisface, me da mucho placer reunirnos para festejar aniversarios de incorporaciones, de recuperación, de modernización y no de desprogramación; esta es la Fuerza Aérea que todos queremos. Creo que por mucho tiempo tratamos injustamente muy mal a un miembro importante de nuestra familia aeronáutica, el A-4 AR, y este sistema de armas merecía una segunda oportunidad, absolutamente. Y en eso estamos enfocados en la conducción de la Fuerza Aérea hoy; como eje central estamos trabajando duro en un avión que por muchos años estaba destinado, lamentablemente, a terminar en tierra”, expresó el Brig. Gral. Isaac, minutos después de finalizada la ceremonia.
Al hacer referencia a la complejidad que implica recuperar hoy la cadena logística, la máxima autoridad de la Fuerza Aérea instó a su personal a ser optimistas sin perder de vista la incorporación de un avión nuevo, de cuarta generación, supersónico, en el cual, asegura, están abocados desde hace mucho tiempo.
“Hoy nuestro centro de gravedad es Reynolds y acá tenemos que apostar en esta gestión que me toca conducir: potenciar, recuperar y poner en primera línea todos los A4 que podamos. No voy a decirles que quiero 25 años más de A4, pero a este avión no le dimos la chance de desarrollarse como tendría que haber sido y en eso estamos. (…) Mis felicitaciones a todo el equipo que hizo posible que los A4 estén en Argentina, con todo el enorme trabajo que implicó; a todos nuestros pilotos, mecánicos, ingenieros y todos los que han trabajado para que hoy podamos seguir apostando a este sistema de armas”, finalizó Isaac.