Luego de dos intentos fallidos de lanzamiento en abril y en noviembre de 2023, el magnate sudafricano y CEO de SpaceX logró, finalmente, el pasado 14 de marzo, poner en órbita el tercer prototipo de la nave Starship, desde las instalaciones de Boca Chica, en Texas.
El cohete despegó en pocos segundos, con los 33 motores Ratpor del propulsor Super Heavy encendidos. Al llegar a una altitud de 72 km, el módulo logró separarse durante la primera etapa. A los doce minutos, comenzaron las maniobras de apertura de la puerta y la transferencia de combustible en pleno vuelo. Starship recorrió casi una órbita alrededor del planeta, antes de regresar a la Tierra y amerizar en el océano Índico, 47 minutos después del despegue. La compañía confirmó que la nave se perdió durante la reentrada a la atmósfera; se presume que puede haberse quemado y desintegrado, o estrellado en el mar.
Para este nuevo lanzamiento, SpaceX realizó una serie de modificaciones con el objetivo de mejorar la protección contra incendios, la reducción de fugas y las operaciones asociadas a la ventilación del propulsor para aumentar la confiabilidad. La compañía de Elon Musk puso en marcha todo lo aprendido con el primer y segundo vuelo de prueba de su cohete, que terminaron explotando.
SpaceX ha señalado que, entre sus objetivos, se incluyen el éxito del encendido de ascenso de ambas etapas, la apertura y cierre de la puerta de carga útil de la nave, una demostración de transferencia de propelente durante la fase de crucero de la etapa superior, el primer reencendido de un motor Raptor en el espacio, y una reentrada controlada.
Starship es un gigantesco sistema de transporte reutilizable compuesto por el propulsor Super Heavy de 33 motores Raptor y la nave en sí, con seis motores; diseñado para llevar tanto tripulación como carga a la órbita terrestre. Con una altura de 122 metros y un diámetro de 8 metros, puede cargar de 100 a 150 toneladas métricas, con la posibilidad de extenderlas hasta las 250 toneladas. Entre las últimas mejoras, esta versión está preparada para hacer transferencia de combustible en el espacio.
Estos prototipos son un híbrido entre cohete y nave espacial, y son los más grandes y potentes jamás construidos. No solo están preparados para dirigirse al planeta Marte –objetivo central de Musk–, sino también para ser tripulados por personas.
La NASA es una de las mayores interesadas en el éxito de estos lanzamientos y quiere utilizar el modelo Starship para hacer llegar a sus astronautas a la Luna, como pronto, en 2026.
Entusiasmado con el éxito de la misión, Musk compartió una imagen del último lanzamiento en la red social X y aseguró que “Starship llevará a la humanidad a Marte”. “Esta Starship está diseñada para atravesar todo nuestro sistema solar y más allá”, aseveró. Aunque no dio ninguna indicación sobre si SpaceX estaba trabajando en una versión capaz de viajar entre las estrellas o acerca de cómo planea superar las considerables barreras que dificultan los viajes interestelares, prometió que la nave será mucho más grande y avanzada que la generación actual.
FUENTES: Forbes / Euronews