Por Alfredo Martínez
28 de diciembre de 2022
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El pasado 3 de noviembre, se cumplieron 65 años del primer ser vivo enviado al espacio, la famosa perra Laika. La nave soviética Sputnik 2, la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra el 3 de noviembre de 1957, fue la encargada de transportar a “Kudryavka” –verdadero nombre de esta perra callejera, que en ruso significa “pequeña de pelo rizado”–, que falleció algunas horas después del despegue debido a las altas temperaturas registradas en el interior de la nave.
Laika (en ruso “ladradora”) superó todas las duras pruebas a las que fue sometida, debido a que, por ser una perra callejera, estaba acostumbrada a soportar las condiciones extremas de frío y hambre propias de su ciudad natal, Moscú.
La nave Sputnik 2 (en ruso “satélite”), lanzada con un cohete de la familia de los R-7 de dos etapas, era una cápsula cónica de unos 4 metros de alto y una base de 2 metros de diámetro, y, en total, lanzador incluido, pesaba alrededor de media tonelada.
La cápsula estaba dividida en varios compartimientos destinados a la aparatología (transmisores de radio, sistemas de telemetría e instrumental científico). Además, un espacio presurizado para Laika, que contaba con un sistema regenerador de aire para proveerle oxígeno y a su vez un aparato para evitar envenenamiento con el mismo gas que absorbía el dióxido de carbono. También contaba con un electrocardiógrafo que monitoreaba la frecuencia cardíaca y aparatos para medir su frecuencia respiratoria. La cápsula estaba provista de comida y agua en estado gelatinoso para mantenerla con vida durante al menos 7 días, y sus residuos eran recogidos en una bolsa.
En 2002, cuarenta y cinco años después del lanzamiento, fuentes rusas revelaron que la perra había muerto a las pocas horas del despegue debido al sobrecalentamiento de la cápsula y al estrés, aunque sabían que, si lograba sobrevivir, sería sacrificada 10 días después, ya que no había posibilidad alguna de retorno a la Tierra. Esta misión suministró a la comunidad científica soviética los primeros datos sobre el comportamiento de un organismo vivo en el espacio.
Laika pasó a la historia como un sacrificio necesario para los avances que permitieron que el hombre llegara a la Luna. Varios científicos que trabajaron en el proyecto aseguran que están arrepentidos de lo sucedido, en parte porque las conclusiones del proyecto no dieron resultados significativos.
La misión desencadenó un debate mundial sobre el maltrato y los experimentos con animales para avanzar en la ciencia.
En 2008 fue inaugurado un monumento en honor a la perra Laika en Moscú. Este fue erigido en un centro comercial vecino al Instituto de Medicina Militar, donde, cinco décadas antes, ocurrieron los experimentos científicos con los cánidos. La obra representa un cohete espacial que se convierte en una mano humana sobre la cual se alza la estatua que representa el cuerpo de Laika.
Me encantan este tipo de notas de la revista, aunque esta es muy triste, amo a los animales y lo que les hacen en nombre de la ciencia no estoy de acuerdo. Felicitaciones por las notas. Feliz año 2023. Dani