El Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (AFSOC, por sus siglas en inglés) presentó oficialmente su más reciente aeronave: el OA-1K Skyraider II. El anuncio se realizó durante la conferencia de Guerra Aérea Especial, donde los líderes del AFSOC destacaron las capacidades y el significado de esta incorporación.

El nombre Skyraider II rinde homenaje al icónico A-1 Skyraider, un avión que prestó servicio entre 1946 y principios de la década de 1980, y que dejó huella en la historia de la aviación militar por su resistencia y versatilidad. Para el teniente general Michael Conley, comandante de las Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de EE. UU., esta aeronave representa una oportunidad única: “Creo que tenemos una capacidad especial y podemos desarrollarla en algo que el país aún no sabe que necesita”.
Diseñado para ser ágil y rentable, el Skyraider II apoyará a las fuerzas de Operaciones Especiales y a la Fuerza Conjunta con misiones de apoyo aéreo cercano, ataques de precisión, inteligencia armada, vigilancia y reconocimiento. Su diseño modular y reforzado lo convierte en una herramienta adaptable a distintos escenarios de conflicto.

El general de brigada Craig Prather, director de Planes, Programas y Requisitos Estratégicos del AFSOC, subrayó que, aunque el Skyraider II no está pensado para competir con los cazas de quinta y sexta generación, sí ofrecerá un valor significativo a las fuerzas desplegadas en el mundo.
Una de sus características más distintivas es su tren de aterrizaje con rueda de cola, un detalle heredado de su predecesor que le permite despegar y aterrizar en pistas cortas o en condiciones difíciles. Esta capacidad lo convierte en una opción ideal para operar en entornos austeros.
El primer Skyraider II llegará a la base de Hurlburt Field en la primavera de 2025, lo que marcará un logro significativo en la evolución de las aeronaves diseñadas para misiones especiales.
Fuente y fotos: AFSOC