
La empresa aeroespacial SpaceX dio otro paso firme en su ambicioso plan de conectar el mundo con internet satelital de alta velocidad. En la noche del 29 de julio, se lanzaron, con éxito, 28 nuevos satélites Starlink V2 Mini a bordo de un cohete Falcon 9, desde la estación de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, en Cabo Cañaveral, Florida.
El despegue, correspondiente a la misión Starlink 10‑29, se produjo poco antes de la medianoche y es uno de los más recientes de la segunda generación de satélites, diseñados para mejorar el ancho de banda, la cobertura global y la eficiencia de la red.
Los V2 Mini representan una versión intermedia entre la primera generación y los futuros satélites de mayor capacidad que SpaceX planea lanzar con su sistema Starship. Estos incorporan tecnología de avanzada como los enlaces láser para comunicación intersatelital y sistemas de propulsión eléctrica mejorada, lo que les permite operar de manera más autónoma y segura en órbita baja.
Tras cumplir su misión, el propulsor del Falcon 9 aterrizó con éxito en la plataforma flotante “A Shortfall of Gravitas”, ubicada en el Atlántico. Esta maniobra, que es una rutina para SpaceX, forma parte del modelo de reutilización que reduce costos y tiempos entre misiones.
Con este lanzamiento, la constelación Starlink supera los 6100 satélites activos, convirtiéndose en la red de telecomunicaciones orbital más grande desplegada. En la actualidad brinda servicio en 70 países y se proyecta como solución para zonas rurales o de difícil acceso, además de usos estratégicos en emergencias, navegación y defensa.
SpaceX proyecta lanzar satélites más potentes con el cohete Starship. De esta manera, con el nuevo lote de V2 Mini, la empresa aeroespacial reforzará su liderazgo en la carrera por el control del internet orbital. Cada lanzamiento no solo suma cobertura, sino que acerca a la órbita terrestre a una nueva etapa de conectividad global.
Fuente y foto: Spaceflight