El cambio de los combustibles fósiles a la energía limpia en la aviación ya es una realidad gracias a una iniciativa pionera en Suiza: el avión SolarStratos, que acaba de batir un récord mundial de altitud en un vuelo sobre los Alpes. Este hito demuestra que una aviación sostenible es posible. El objetivo del proyecto es mostrar que se puede alcanzar la estratósfera sin utilizar queroseno.
El 12 de agosto, el piloto suizo Raphaël Domjan partió desde el aeropuerto de Sion con el avión HB-SXA y llegó a una altitud de 9 521 metros sobre los Alpes del Valais. Este fue el vuelo más alto logrado, por primera vez, por un avión tripulado, eléctrico y solar, y superó al Solar Impulse que alcanzó los 9 235 m.

El avión despegó con las baterías cargadas al 100 % con energía solar, y logró un vuelo de 5 horas y 9 minutos. El HB-SXA, que pesa 450 kg, es un biplaza realizado, íntegramente, en fibra de carbono. Sus alas están construidas con paneles solares y no posee cabina presurizada, por lo que el piloto llevó a bordo su tanque de oxígeno. Aunque sus prestaciones son modestas y no supera los 140 km/h, su eficiencia aerodinámica lo coloca al mismo nivel que las aeronaves convencionales.
La Federación Aeronáutica Internacional deberá validar el récord mediante la verificación de los datos de altitud, que se certifican en función de la presión atmosférica y la densidad del aire. Actualmente, la organización está analizando los registros del vuelo conforme a sus estrictos estándares.

Este logro no marca el final del camino, sino que representa un nuevo avance hacia una meta aún más ambiciosa: superar los 10 000 m, la altitud habitual de crucero de los aviones comerciales y, más adelante, alcanzar la estratósfera, que, en Suiza, comienza aproximadamente a los 12 000 m.
En julio, la aeronave había realizado otros dos vuelos: en el primero, alcanzó una altitud de 6 589 m y, en el segundo, de 8 224 m, aunque tuvo que suspender el ascenso por la falta de corrientes térmicas, según informaron.
Fuente y fotos: SolarStratos