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Descubrimiento revolucionario: ¿El ADN es la clave del universo?

Un reciente estudio publicado en la revista General Relativity and Gravity sugiere una nueva teoría novedosa sobre la naturaleza del espacio-tiempo. Según esta investigación, liderada por el profesor Robert Monjo, el espacio-tiempo estaría compuesto por “pares entrelazados” de partículas similares a los fotones, denominadas “bosones virtuales”. Monjo, doctor en Física y Matemáticas, y profesor en la Saint Louis University-Madrid Campus, trabajó en conjunto con el profesor Rutwig Campoamor-Stursberg de la Universidad Complutense de Madrid y el investigador Álvaro Rodríguez-Abella de la University of California, Los Ángeles.

El equipo de científicos busca unificar la gravedad con el resto de las fuerzas fundamentales de la naturaleza, algo que hasta ahora había sido un desafío. Según explican, han encontrado un “puente” que une estas fuerzas basándose en el concepto de simetría, un principio clave en la física moderna. Las simetrías son patrones que permanecen invariables al aplicar ciertas transformaciones, y son fundamentales para teorías como la electrodinámica cuántica, que describe el electromagnetismo y la cromodinámica cuántica, que estudia las fuerzas dentro de los átomos.

Este nuevo enfoque extiende la idea de simetría para integrar la gravedad y el electromagnetismo dentro de un marco teórico más amplio, al que llaman “gravedad coloreada”. La teoría se inspira en un trabajo menos conocido de Albert Einstein, de 1928, llamado “gravedad teleparalela”. Mientras que la teoría de la relatividad general de Einstein, de 1916, explicaba la gravedad mediante la curvatura del espacio-tiempo, la gravedad teleparalela utiliza la torsión del espacio-tiempo para describir los mismos fenómenos. En otras palabras, ambas teorías describen los efectos de la gravedad, pero desde enfoques matemáticos diferentes.

Según los investigadores, la torsión generada por los pares de bosones virtuales podría producir efectos similares a los del gravitón, la partícula hipotética que, según las teorías cuánticas, estaría asociada a la gravedad. El gravitón, según esta propuesta, tendría una estructura de “spin 2”, similar a la doble hélice del ADN.

La “gravedad coloreada” ofrece una forma innovadora de entender la gravedad y el electromagnetismo como aspectos de una teoría más general. Esta idea tiene antecedentes en los trabajos de Theodor Kaluza y Oskar Klein a principios del siglo XX, aunque ellos propusieron una quinta dimensión para explicar la conexión entre las fuerzas. Monjo y su equipo, sin embargo, utilizan coordenadas cuánticas más adecuadas para esta tarea.

Actualmente, los autores del estudio continúan investigando las posibles repercusiones de esta nueva teoría. Creen que, si se confirma, no solo sería un paso adelante en la búsqueda de una teoría cuántica de la gravedad, sino que también abriría la puerta a nuevas posibilidades en el estudio de las fuerzas fundamentales del universo.

Fuente y foto: europapress

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