En torno a la Central Nuclear de Embalse y como parte del Simulacro N. ° 42, requerido por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y por la Subsecretaría de Planeamiento y Coordinación Ejecutiva en Emergencias, bajo coordinación del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) desplegó, el 6 de septiembre, su sistema de aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés) Búho, de desarrollo propio. Este equipo tiene sensores especializados para detectar radiaciones y cámaras de alta resolución que transmiten imágenes en tiempo real a través de satélites nacionales.
El simulacro, al poner a prueba la tecnología y los procedimientos establecidos, tuvo como objetivo evaluar la capacidad de respuesta de la FAA ante una emergencia nuclear. Los ensayos de vuelo se centraron en monitorear áreas cercanas a la Central Nuclear de Embalse, lo que incluyó la ciudad de La Cruz y zonas aledañas.
Un equipo de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) de la FAA, junto con personal del Escuadrón de Comunicaciones Operativas Centro (ECOC), se instaló en el Aeródromo La Cruz (Córdoba) y realizó pruebas de vuelo con el UAV Búho. El objetivo fue evaluar la capacidad del instrumento para transmitir datos y videos en tiempo real, y su alcance en diversas condiciones.
El UAV Búho cuenta con un alcance de vuelo que supera los 20 km y una autonomía de 45 minutos, lo que le permite cubrir una amplia zona de operaciones. Además, está equipado con un dispositivo de monitoreo de radiación, desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica, que permite detectar niveles de radiación al momento.
Para garantizar la seguridad de la información, el Búho utiliza un sistema autónomo de encriptación y distribución de datos, desarrollado por el Centro de Guerra Electrónica de la DGID. Este sistema posibilita el establecimiento de comunicaciones seguras para el Comando y Control (C2) durante las misiones.
Ejercicio de Aplicación del Plan de Emergencias
Aunque las centrales nucleares operan con altos estándares de seguridad, como cualquier instalación, deben contar con un plan de emergencia para mitigar posibles accidentes y minimizar el impacto en la salud y el medio ambiente.
Los planes de emergencia de estas centrales, aprobados por la ARN, detallan las acciones a seguir durante las fases de preparación y respuesta. Para avalar su efectividad, se llevan a cabo ejercicios y simulacros anuales, alternando entre las diferentes centrales nucleares, en colaboración con la Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), la ARN, las organizaciones de respuesta y las comunidades cercanas.
Estos ejercicios permiten a las organizaciones de respuesta coordinarse y entrenarse en las tareas que deben desempeñar en caso de emergencia. Además, se realizan actividades de divulgación y capacitación para asegurar que los residentes de las áreas vecinas estén informados sobre las medidas de protección y cómo implementarlas adecuadamente.
Fuente y fotos: Prensa DGID