Por Alfredo Martínez
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El séptimo planeta del sistema solar fue descubierto por el astrónomo germano-británico William Herschel (1738-1822), el 13 de marzo de 1871, pero, en un principio, a simple vista, creyó que era un cometa.
El planeta ya había sido observado, hacia 1690, por el también astrónomo inglés John Flamsteed (1646-1719), quien lo confundió con una estrella y la catalogó como “34 Tauri”.
Una gran cantidad de astrónomos, ávidos por saber más sobre el reciente descubrimiento de Herschel, luego de realizar varias observaciones, también llegaron a la conclusión de que era un cometa o una estrella móvil, o un objeto parecido a un planeta desconocido hasta ese momento, que circulaba más allá de la órbita de Saturno.
El astrónomo alemán Johann Bode (1747-1826) concluyó que la órbita de este objeto celeste era casi circular, más propicia de un planeta que de un cometa.
Hacia 1783, se reconoció que el nuevo objeto era en sí un planeta.
En un principio fue llamado “Georgium Sidus” (la estrella de Jorge, por el rey inglés Jorge III), pero finalmente fue Bode quien acuñó el nombre de Urano, el dios el cielo.
Urano está compuesto de agua, metano y amoniaco sobre un pequeño centro rocoso. Es considerado un gigante de hielo. Su atmósfera densa está hecha de hidrógeno y helio, como Júpiter y Saturno, pero además contiene metano, gas que le da a Urano el color azul.
El planeta tiene 13 anillos tenues. Los anillos internos son angostos y oscuros; y los externos tienen colores vivos y son más fáciles de ver. Como Venus, Urano rota en dirección opuesta a la de la mayoría de los otros planetas, y, a diferencia de cualquier otro, es el único que rota de lado.
Un día dura un poco más de 17 horas y 14 minutos. Un año allí equivale a 84 años en la Tierra.
Urano se halla a una distancia aproximada de 3000 millones de kilómetros del Sol. Al gigante helado se le han identificado 27 lunas clásicas o satélites, los más grandes son: Titania, también llamado Urano III, cuyo diámetro es de 1577.8 km (menos de la mitad de nuestro satélite natural, la Luna); Oberón o Urano IV, de 1522.8 km; Umbriel o Urano II, de 1169.4 km; Ariel o Urano I, de 1158 km; y Miranda o Urano V, de 472 km. Todos los satélites de Urano recibieron nombres de personajes de obras de William Shakespeare o Alexander Pope.
El 24 de enero de 1986, la sonda Voyager 2, lanzada en 1977, se acercó a una distancia de 81.500 km de las capas más altas de la atmósfera de Urano y es, hasta el momento, la única sonda espacial en haberla sobrevolado.
Fuente y fotos: NASA