La misión LOFTID (Prueba de Vuelo en Órbita Terrestre Baja de un Desacelerador Inflable) iniciará en noviembre y tiene como objetivo ralentizar el ingreso a la atmósfera terrestre de una nave espacial, evitando los efectos adversos que sufren los materiales y el personal de abordo.

Esta estructura circular inflable contiene un escudo térmico flexible, de seis metros de diámetro, que se desplegará para actuar como un sistema de frenado al momento del ingreso a la atmósfera. Esto provocará una mayor resistencia que los métodos tradicionales y además disminuirá el calor que se produce por el roce de los materiales en el espacio exterior.

En el caso de planetas con atmosfera baja, el desafío será llevar cargas útiles pesadas (equipos y personas), lo que actualmente está limitado por la cubierta de los cohetes. La solución será usar un escudo térmico inflable, que se puede abrir a una escala mayor que la cubierta de un vector cohete, y será usado para misiones a Marte, Venus y otras.

Según explicaron los responsables de la agencia espacial, cuando una nave espacial ingresa en la atmósfera actúan fuerzas aerodinámicas que ayudan a reducir la velocidad y también a transformar la energía cinética en calor. El uso de esta resistencia atmosférica ayuda a reducir la velocidad de las naves espaciales. En el caso de LOFTID, esta gran capa aerodinámica desplegable permitirá ser un freno gigante, mientras hace su re entrada a la atmosfera terrestre.

La misión transportará el escudo térmico dentro de un cohete ULA Atlas V, que se dirigirá hacia una órbita terrestre baja. También llevará un satélite de órbita polar JPSS – 2 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, perteneciente a la Base de la Fuerza Espacial Vendenberg, en California. El escudo se inflará en el espacio, antes de su descenso a la tierra y así se pondrá a prueba su eficacia.