Drones Wingman: la nueva generación de aliados en el combate aéreo

La aviación militar global atraviesa una transformación sin precedentes. Un nuevo actor se suma a los cielos: los drones autónomos de combate wingman, conocidos como “leales acompañantes”. Diseñados para operar en conjunto con cazas tripulados, estos vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) marcan un antes y un después en la forma de concebir las operaciones aéreas.

Empresas como Boeing, Anduril, General Atomics, Airbus, Saab, Leonardo y Baykar lideran esta carrera tecnológica y presentan sus modelos más avanzados en los salones internacionales. El objetivo es claro: desarrollar plataformas capaces de volar junto a aviones tripulados, ejecutar misiones autónomas y reducir el riesgo humano en zonas de conflicto.

En el Salón Aeronáutico de París 2025, la estadounidense Anduril presentó el Fury, antes conocido como YFQ44. Este dron es uno de los seleccionados por la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) dentro del ambicioso programa Collaborative Combat Aircraft (CCA), que prevé incorporar hasta 1000 UAV a su flota antes de 2030. La compañía ya firmó acuerdos con el Reino Unido y planea construir una gran planta de producción en Ohio.

Por su parte, General Atomics compite con el modelo YFQ42A, también dentro del CCA, mientras que Boeing Australia avanza con el Ghost Bat (MQ28), un vehículo que ya superó las 100 horas de vuelo y es capaz de integrarse con sistemas de última generación como el F35 y el radar E7 Wedgetail.

Europa también avanza de manera veloz. Airbus, en conjunto con Dassault y Saab, desarrolla sus propios drones wingman como parte del proyecto Future Combat Air System (FCAS), pensado para operar en conjunto con cazas europeos como el Eurofighter y el Rafale. Turquía, a través de Baykar, también se suma a esta revolución con sus UAV Akinci y TB3, ya desplegados en escenarios de prueba.

La inteligencia artificial (IA) al servicio del combate es la clave de esta tecnología. Gracias a sistemas avanzados de IA, los wingman drones pueden ejecutar tareas complejas: reconocimiento, guerra electrónica, ataques de saturación y protección de activos estratégicos. Todo esto sin la necesidad de intervención directa humana, pero siempre con capacidad de control por parte del piloto del caza principal.

Este enfoque permite multiplicar la fuerza de combate, reducir costos —ya que los drones son más económicos de producir y mantener que los cazas— y mejorar la seguridad operacional al mantener a los pilotos lejos del peligro.

Estados Unidos lidera el desarrollo, pero el interés global crece. La Fuerza Aérea británica (RAF) ya tiene acuerdos con Anduril, y los primeros ejercicios conjuntos se realizarían en 2026. En paralelo, Joby Aviation, Leonardo y otras empresas exploran una versión para adaptarlos al uso civil y de seguridad para estos sistemas, desde patrullaje marítimo hasta defensa antiterrorista.

En Europa, el programa FCAS prevé los primeros vuelos operativos hacia 2029. Según los medios Defense News y Reuters, Airbus y Diehl presentaron una versión táctica de su Remote Carrier para misiones combinadas que incluyen las de ataque y las de reconocimiento. Mientras tanto, en Medio Oriente, naciones como Turquía y Arabia Saudita invierten en el desarrollo de capacidades propias para buscar autonomía estratégica.

Con una inversión multimillonaria y un horizonte operativo cercano, los drones wingman son una realidad que redefine la forma de hacer la guerra desde el cielo.

Fuentes: Reuters, Defense News, Financial Times

Foto: Reuters

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