Drones tácticos: el nuevo salto del U.S. Army

El Ejército de Estados Unidos dio un nuevo paso en su transformación tecnológica con la puesta en marcha de la “Launched Effects – Short Range”, una iniciativa que busca dotar con vehículos aéreos no tripulados a cada división antes de 2026. El proyecto apunta a integrar aeronaves de corto alcance que trabajen en conjunto con tropas terrestres, para brindar capacidades de observación, reconocimiento, interferencia y guerra electrónica, sin exponer directamente al personal.

La aprobación del plan de adquisiciones fue confirmada por el Departamento del Ejército a fines de septiembre de 2025. Según el documento oficial, cada división contará con equipos aéreos de lanzamiento rápido, diseñados para actuar de manera autónoma o en coordinación con blindados, helicópteros y puestos de mando. Estas plataformas ligeras pueden operar en enjambres, enviar datos en tiempo real y realizar tareas de reconocimiento en zonas de alto riesgo.

Entre agosto y septiembre, se realizó una prueba clave en la base conjunta Lewis-McChord, en el estado de Washington, donde distintas brigadas evaluaron prototipos en ejercicios de campo. Las maniobras permitieron medir la autonomía, la resistencia al viento, la calidad de sensores y la eficacia en entornos con interferencia electromagnética. El resultado, según la información oficial, superó las expectativas y confirmó la madurez tecnológica del concepto.

El término launched effects engloba una familia de vehículos aéreos pequeños que pueden lanzarse desde plataformas móviles, tubos de artillería o aeronaves tripuladas. Su función principal es ampliar el alcance de las fuerzas terrestres y proporcionar conciencia situacional más allá de la línea de visión. Además, pueden marcar objetivos, desplegar contramedidas electrónicas y transmitir información táctica de manera continua para potenciar la velocidad de reacción en combate.

El informe de “Transformación y Adquisición” del Ejército estadounidense, publicado a mediados de 2025, detalla que estos sistemas forman parte de un proceso más amplio de digitalización del campo de batalla. El plan incluye: integración de inteligencia artificial para analizar datos, redes seguras de comunicación y enlaces en tiempo real que conecten todos los niveles de mando. Este enfoque busca mejorar la interoperabilidad entre las distintas ramas y optimizar la toma de decisiones en situaciones de alta exigencia.

Las empresas responsables de desarrollar y adaptar los prototipos para las próximas fases de producción son: Northrop Grumman, AeroVironment y Textron Systems. El Ejército prevé firmar contratos plurianuales que garanticen un flujo continuo de unidades listas para el despliegue, para reducir los tiempos y los costos logísticos.

La incorporación de aeronaves no tripuladas de apoyo cercano representa un cambio profundo en la doctrina militar de los Estados Unidos. La superioridad ya no se mide solo por potencia de fuego, sino por la capacidad de obtener y procesar información en cuestión de segundos. Estos dispositivos, capaces de cooperar con vehículos y helicópteros, aportan velocidad, precisión y flexibilidad, elementos decisivos en los conflictos modernos.

Fuentes: U.S. Army.mil, U.S. Department of Defense, Aviation Week

Foto: U.S. Army.mil

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