La ANAC dio un paso significativo hacia la modernización del sector aéreo argentino al implementar una nueva regulación que agiliza y simplifica el proceso de autorización para los servicios de trabajo aéreo. Con la reciente Resolución N. ° 265/2025, los operadores ahora pueden obtener el Certificado de Explotador de Trabajo Aéreo (CETA) mediante la presentación de una declaración jurada, y reducir drásticamente la burocracia y los tiempos de espera. Este cambio normativo busca impulsar la eficiencia operativa y fomentar la expansión de actividades aéreas comerciales no regulares en el país.
La declaración debe incluir información sobre el domicilio legal del operador en el país, su capacidad económica, la base de operaciones y el listado de aeronaves a utilizar. Este nuevo procedimiento reemplaza el esquema anterior, que requería trámites más complejos y demorados.

Tras la presentación completa de la documentación requerida, la ANAC procederá a emitir el CETA. De esta manera les otorgará a los solicitantes la autorización para llevar a cabo todas las actividades comprendidas dentro del ámbito del trabajo aéreo, tal como se especifica en el Decreto 599/2024. Esto abarca una amplia gama de tareas, incluyendo –pero no limitándose a– fumigación y riego en el sector agrícola, servicios de pesca, producción de fotografía y filmación aérea, vuelos con fines deportivos y recreativos, inspección de infraestructuras, patrullaje de zonas rurales o marítimas, y publicidad aérea. Sin embargo, es importante destacar que la normativa excluye específicamente el transporte de pasajeros en aeronaves con capacidad de hasta seis plazas. Esta exclusión se fundamenta en la distinción operativa y regulatoria existente entre el trabajo aéreo y el transporte aerocomercial, que se rige por sus propias disposiciones.
Un cambio fundamental en el nuevo esquema es la eliminación de la fecha de caducidad y la necesidad de renovaciones periódicas para el certificado. Esta modificación proporciona una ventaja considerable a los operadores, y les permite una planificación más estable de sus actividades. Sin embargo, la ANAC conserva la autoridad para suspender o anular el certificado en caso de incumplimiento de los requisitos legales, operativos o de seguridad establecidos durante su emisión.
Adicionalmente, los titulares del CETA que deseen incorporar nuevas actividades dentro del trabajo aéreo deben notificar a la ANAC una única vez antes de iniciarlas. También deben cumplir con las regulaciones específicas aplicables a la nueva actividad y asegurar la cobertura de seguro correspondiente.
Esta reforma normativa se enmarca en una estrategia más amplia de modernización impulsada por la ANAC para optimizar los procesos administrativos y abordar los desafíos del entorno internacional.
El organismo destaca que el objetivo es adaptar el sistema aeronáutico argentino a un contexto que demanda mayor agilidad y competitividad, sin comprometer los estándares de seguridad y control. El nuevo procedimiento también podría tener un impacto positivo en la economía, especialmente en regiones del país donde el trabajo aéreo desempeña un papel crucial en sectores como la agricultura, la minería, la vigilancia ambiental y el turismo.

La simplificación del acceso al CETA facilitará la formalización de actividades para más operadores, lo que dinamizará sus operaciones, y generará nuevas oportunidades de empleo e inversión. Además, al eliminar el requisito de renovación, la ANAC reduce significativamente la carga administrativa para su equipo técnico, lo que permite reasignar recursos a tareas de fiscalización, capacitación y control operativo. Esto podría resultar en un sistema más eficiente, con mayor capacidad de respuesta ante situaciones críticas y mejores condiciones para garantizar la seguridad aérea en todas las etapas del proceso.
La implementación del nuevo régimen también refuerza la tendencia hacia una administración pública más moderna, enfocada en la digitalización, la simplificación de procesos y el apoyo al desarrollo productivo. En un entorno donde las demandas de los operadores evolucionan rápidamente y la innovación tecnológica redefine constantemente la prestación de servicios, la flexibilidad normativa se convierte en una herramienta esencial para el crecimiento del sector.
Fuente: Boletín Oficial Gob.