
La misión “Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers” (ESCAPADE) de la agencia espacial estadounidense, fue creada para estudiar cómo el viento solar interactúa con la atmósfera superior de Marte y provoca la pérdida de gases, proceso que transformó al planeta en un mundo frío y seco. El proyecto es dirigido por el Ames Research Center, con apoyo científico de la Universidad de California, en Berkeley. El lanzamiento está previsto para fines de 2025, desde Cabo Cañaveral, Florida, por la compañía Blue Origin, con su cohete New Glenn, dentro del programa Venture-Class Acquisition of Dedicated and Rideshare Missions (VADR), que busca misiones científicas más económicas y rápidas.
La propuesta representa un cambio importante en la forma de hacer ciencia sobre Marte, rompe con el modelo tradicional de grandes sondas costosas y de desarrollo prolongado. ESCAPADE está formada por dos satélites gemelos del tamaño de un electrodoméstico, diseñados bajo la lógica de las misiones smallsat: plataformas más compactas, rápidas de construir y mucho menos costosas que las naves convencionales. Cada satélite lleva sensores para medir las partículas cargadas, los campos magnéticos y las variaciones del plasma solar. Con estas observaciones simultáneas, los científicos esperan entender, con mayor precisión, cómo el viento solar erosiona la atmósfera del planeta y cómo ese fenómeno pudo afectar la habitabilidad en el pasado.
El desarrollo tecnológico es uno de los puntos fuertes. Los ingenieros aplicaron soluciones adaptadas al espacio profundo: sistemas de propulsión eléctrica simples y livianos, una aviónica reducida en peso, comunicaciones más eficientes y una electrónica de bajo consumo. Esto permitió recortar los costos y los tiempos de producción a menos de diez años, tiempo que suelen requerir las misiones interplanetarias.
Otro elemento innovador está en el lanzamiento. ESCAPADE viajará a bordo del cohete New Glenn de Blue Origin, un vehículo pesado y reutilizable que busca abaratar el acceso al espacio profundo. Para la NASA, será una oportunidad de diversificar a los proveedores y evaluar el desempeño de este lanzador privado en una misión científica fuera de la órbita terrestre. El vuelo se enmarca en el programa VADR, que promueve soluciones comerciales para proyectos científicos de menor presupuesto.
Además de su diseño compacto, la misión probará nuevas estrategias de navegación y comunicación para operar dos sondas al mismo tiempo en órbitas diferentes alrededor de Marte, y comprender por qué perdió gran parte de su atmósfera. La información que se obtenga ayudará a diseñar sistemas de protección para futuras misiones tripuladas y a entender la evolución de planetas similares a la Tierra. Jim Free, administrador asociado de la NASA para el desarrollo de la exploración, declaró: “Queremos cambiar la ecuación de la exploración planetaria: menos costo, más misiones y resultados científicos de alto impacto”.
Fuentes y foto: NASA