Los tornados, ciclones y huracanes causan estragos en la Tierra, pero ahora la comunidad científica detectó vientos planetarios a una escala completamente diferente, lejos del Sistema Solar.
Un equipo internacional especializado en astronomía descubrió la existencia de vientos extremadamente potentes que golpean el ecuador del exoplaneta WASP-127b, que alcanzan velocidades de hasta 33 000 km/h, constituyen el chorro de corriente más rápido de su tipo jamás medido. El descubrimiento se realizó utilizando el Very Large Telescope (VLT de ESO) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile y proporciona información única sobre los patrones climáticos de un mundo distante.
La comunidad astronómica viene investigando el clima de WASP-127b, un planeta gaseoso gigante ubicado a más de 500 años luz de la Tierra, que es más grande que Júpiter, pero tiene solo una fracción de su masa, lo que lo convierte en un astro “hinchado”. Un equipo internacional de astrónomos descubrió que los vientos supersónicos están causando estragos en su superficie.
Lisa Nortmann, científica de la Universidad de Göttingen (Alemania) y autora principal del estudio dijo: “Parte de la atmósfera de este planeta se mueve hacia nosotros a gran velocidad, mientras que otra parte se aleja a la misma velocidad. Esta señal nos muestra que hay una corriente de viento supersónico muy rápido alrededor del ecuador del astro”.
Los chorros de vientos o jets se mueven a casi seis veces la velocidad a la que gira WASP-127b. “Esto es algo que no habíamos visto antes”, afirma Nortmann. “Es el viento más rápido jamás medido en el Sistema Solar”, agregó.
Los científicos, al medir cómo viaja la luz de la estrella anfitriona a través de la atmósfera superior del planeta, lograron rastrear su composición. Sus resultados confirman la presencia de moléculas de vapor de agua y monóxido de carbono en la atmósfera de WASP-127b. Al seguir construyendo su mapa meteorológico, el equipo descubrió que los polos son más fríos que el resto del planeta, al igual que una ligera diferencia de temperatura entre los lados matutino y vespertino. “Esto demuestra que el astro tiene patrones climáticos complejos, al igual que la Tierra”, añade Fei Yan, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China.
El campo de la investigación de exoplanetas está avanzando rápidamente. Hasta hace unos años, la comunidad astronómica solo podía medir la masa y el radio de los planetas fuera del Sistema Solar. En la actualidad, telescopios como el VLT de ESO ya permiten a la comunidad científica cartografiar el clima en estos mundos distantes y analizar sus atmósferas.
En la actualidad, estos estudios solo pueden realizarse desde observatorios terrestres, ya que los instrumentos que se encuentran en los telescopios espaciales no tienen la precisión de velocidad necesaria. El Extremely Large Telescope de ESO, que se está construyendo cerca del VLT, en Chile, y su instrumento ANDES, permitirán a la comunidad investigadora profundizar aún más en los patrones climáticos de planetas lejanos. “Esto significa que probablemente podamos resolver detalles aún más finos de los patrones de viento y ampliar esta investigación a planetas rocosos más pequeños”, concluye Nortmann.
Fuente y foto: NASA