La retirada de la compañía Amaszonas (de capitales bolivianos) dejó a Uruguay sin una aerolínea de bandera, pero un anuncio reciente abrió un nuevo panorama. A fines de enero, comenzó el debate sobre la inversión en una aerolínea propia, tras una reunión entre ejecutivos, la Sociedad Uruguaya de Aviación (SUA) y el presidente electo Yamandú Orsi.
Luego de varias especulaciones, se concretó un acuerdo estratégico entre la aerolínea emergente SUA Líneas Aéreas y la experimentada compañía báltica airBaltic. El pacto firmado en el aeropuerto internacional de Carrasco permitirá a SUA aprovechar la vasta experiencia de su aliado en áreas clave como gestión de flotas, eficiencia operativa y capacitación de personal.
El ministro de Turismo, Eduardo Sanguinetti, destacó la importancia de esta alianza como un “paso muy importante en la conectividad de Uruguay con la región”. En sus declaraciones a la prensa, el funcionario resaltó que un exhaustivo estudio de mercado, un plan de negocios sólido y la reciente modificación de la normativa aeronáutica en 2024 crean un entorno favorable para el desarrollo de la nueva aerolínea.

Asimismo, reconoció que la falta de conexión con algunos destinos sudamericanos limita el crecimiento de la industria turística uruguaya. Con este nuevo lanzamiento, se busca subsanar esta carencia y ofrecer vuelos a Argentina, Brasil, Chile y Paraguay. Se espera que las operaciones comiencen en el cuarto trimestre de 2025, con una flota de veinte aviones Airbus 200-300.
La ceremonia de firma contó con la presencia de altas autoridades, entre ellas, el subsecretario de Defensa Nacional, Marcelo Montaner; el director nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica, Leonardo Blengini; y el director nacional de Turismo, Roque Baudean. Este respaldo gubernamental subraya la importancia del proyecto para el país.
Una de las claves para concretar la inversión fue una modificación legal realizada por el Gobierno. Se trata del Decreto 15/024 que aprobó cambios en el reglamento de los servicios de transporte público y de trabajo aéreo. En los hechos, esto provoca la eliminación de las restricciones a que los capitales extranjeros conformen aerolíneas de bandera uruguaya y suprime la constitución de garantías para el pago de eventuales multas.
Con esta alianza estratégica y el apoyo de diversos actores, la nueva línea aérea uruguaya se prepara para despegar y conectar al país vecino con la región, en búsqueda de impulsar el turismo y el desarrollo económico.
Fuente: Gobierno de Uruguay