La región de Latinoamérica y el Caribe ha experimentado una importante recuperación en el número de pasajeros aéreos tras el paréntesis que impuso la pandemia, pero se enfrenta todavía a retos considerables, como el aumento en el precio de los combustibles a causa de la guerra, la inflación y el riesgo de recesión para 2023.
Un panel de discusión del Aviation Law Americas (ALTA) analizó la situación actual, con la participación de directivos y funcionarios que representaron a las principales aerolíneas comerciales y a organismos de distintos países de la región.
La principal conclusión a la que llegaron fue que, en julio de 2022, Latinoamérica y el Caribe alcanzaron el 90,5% de sus niveles de tráfico de pasajeros de 2019, destacando que la recuperación fue más rápida en países que levantaron las restricciones a los viajes internacionales más rápidamente, como República Dominicana, Colombia y México, mercados que incluso han superado sus cifras del año previo a la pandemia en 16%, 9% y 6%, respectivamente.
“El contraste, reflejado en el número de pasajeros transportados en cada país, demuestra que las reglas eficientes, inteligentes y previsibles impulsan el transporte aéreo, brindan seguridad para los operadores y confianza para los usuarios”, expresó José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA, quien también destacó la necesidad de trabajar con los gobiernos para generar certidumbres.
Según los panelistas, el área tributaria es otro frente en el que los gobiernos pueden contribuir a la industria aérea. El aumento de los impuestos y tarifas repercute directamente en el precio final de los pasajes, lo cual desincentiva el uso del transporte aéreo y la afluencia de viajeros. Sin embargo, experiencias anteriores en países como Colombia y Chile demuestran con hechos que una reducción en los impuestos estimula los viajes y, con ello, se impulsa una amplia cadena de valor económico.
Viviana Martin, directora de Relaciones Gubernamentales de Avianca y Gerente General de Avianca Costa Rica, destacó que “la industria tiene un potencial de crecimiento importante, pero es necesaria la colaboración entre sectores públicos y privados para atender temas críticos que permitan la subsistencia de las compañías”.
Por su parte, el CEO de Flybondi, Mauricio Sana, afirmó que “la aviación es turismo, pero el transporte aéreo va más allá”. Explicó que en Argentina la empresa transporta emprendedores y pymes entre provincias, generando negocios, trabajo y oportunidades que no están solo relacionados con el turismo. “Que haya pasajeros en los aeropuertos genera inversiones, genera nuevos negocios. Por eso, la revisión de las regulaciones y especialmente los temas fiscales son fundamentales para generar incentivos y más demanda”, resaltó.
Ronei Glanzmann, secretario de Aviación Civil de Brasil, comentó que la crisis trae oportunidades. “Se aprovechó la reducción del 97% del tráfico de pasajeros para hacer inversiones en los aeropuertos de Congonhas y Santos Dumont, por ejemplo, que son congestionados y que en pleno funcionamiento no hubiésemos podido hacer intervenciones”, argumentó.
Al cierre del encuentro, el director adjunto de Miembros y Relaciones Exteriores, América Latina y el Caribe de IATA, Alejanro Muñoz, enfatizó que “debemos seguir trabajando en conjunto con los gobiernos para mejorar las regulaciones del sector. Por ello, el principio de Smarter Regulation (regulación más eficiente) que tenemos puede ser útil para generar las sinergias necesarias y poder apoyar el crecimiento de la conectividad y de los beneficios de la aviación en las economías de los países de nuestra región”.
Fuente y foto: IATA